EXPOSICION FOTOGRAFICA "LAS VEINTE MARAVILLAS DE MOQUEGUA". Parte II

ACTIVIDADES CULTURALES --

Andenerias de Puquina

LOS ANDENES DE PUQUINA
Coalaque se encuentra en el Valle Puquina, cuenta con unos admirables, muy bellos y bien conservados andenes, los cuales merecen visitarse y conocerse, aquí existe una temperatura diferente y están a mayor altura, la comunidad se encuentra en el fondo del camino a manera de mina a tajo abierto.
Los andenes son un claro ejemplo del trabajo comunal que todavía existe en nuestro país, y se tiene conocimiento de que el cultivo de esta manera podía abarcar gran parte de cerros escarpados. Un ejemplo del desarrollo agrícola de los antiguos peruanos.

Limas de Omate

LAS LIMAS
Esta especie es un híbrido nuevo para la ciencia, producto del cruce genético de la Citrus medica L. o "sidra" y Citrus limetta Risso o "lima dulce".
Aunados íntimamente a la fisiografía del área con un microclima muy especial, suelo peculiar, con una abundante ceniza producto de la erupción del volcán Huaynaputina del año mil seiscientos, el agua, la radiación solar y el manejo del cultivo por injerto, determinan las características únicas de las limas de Omate .
Estos frutales tiene un origen prehispánico y su cultivo se intensificó con la presencia española que introdujo diversas variedades de frutas.
Un dato referencial fue encontrado en el Archivo Arzobispal de Arequipa, que conserva un documento del año 1691, mediante el cual un grupo de omateños se quejan ante la curia por haber trabajado sin habérseles pagado por el transporte de frutales de naranjas y limas

Sury

EL SURI
Es el ave no voladora más grande del Perú y una de las mayores de América, de la familia de los ñandúes, su nombre científico es "Pterocnemia pennata" llega a medir hasta un metro y medio de altura con el cuello estirado. Es el ave de mayor peso del Perú, y logra alcanzar los 25 kilogramos cuando llega a la madurez, presenta plumas largas y flexibles de color gris, un tanto amarronado, con algunas manchas blancas, este hecho, le permite pasar inadvertido por los pajonales donde vive, sus patas largas, gruesas, ágiles y muy resistentes le permiten correr velozmente. Sus patas poseen sólo tres dedos con garras de color negruzco, que pueden convertirse en armas muy eficaces a la hora del combate.
Hasta hace poco conformaban grupos de 15 a 40 individuos de ambos sexos, distintos tamaños y variadas edades. Sin embargo, la dramática disminución de su población debe haber alterado su estructura social. En Moquegua se encuentra la mayor cantidad de su especie en todo el país.Es predominantemente herbívoro. Se alimenta con inflorescencias de la tola, planta resinosa propia de los Altos Andes y también de una gran variedad de pequeñas gramíneas, frutos de cactáceas como las tunas, raíces de hierbas y brotes tiernos de ichu.

Foto: José Ibárcena

Alfajor de Penko y Cuy frito

LA GASTRONOMIA

Moquegua tierra fértil, de variados frutos y productos de fina elaboración, ha servido para dar gusto a diferentes paladares debido a la creación y preparación de una variada gastronomía desde hace más de dos siglos.
En la diversidad de sus platos podemos señalar, la ropa vieja, el sancochado, el puchero, cuy frito, el moqueguano de camarón, el chupe de camarones, el picante de mariscos, el guiso de peras, la cacharrada, el chicharrón de chancho, el sango, el picante de cuy, el locro de zapallo, locro de racacha, la cazuela de gallina, el arroz con pato, ensalada de palta, palta rellena.
De igual modo es conocidísima la pastelería moqueguana, ésta es muy original y ha pasado de familia en familia, como el alfajor de penco, el turrón de penco, los niditos, los alfajorillos, los cocachos, los guargüeros, el manjar blanco, las tortitas de maíz, las cocadas, los oquendos, las hojaldrillas, los rosquetes, los voladores, el pan de Torata, y otros que han cautivado a los visitantes, por su delicadeza y dulzura.
Asimismo, como complemento a esta exquisita gastronomía, tenemos los macerados de damasco y otros frutos, vinos, piscos y anisados muy propios del lugar y de gran prestigio nacional e internacional.

Foto: Ryan Williams

Cerro Baúl

CERRO BAÚL
Los wari, han sido caracterizados como un estado secular y militar, dominaron la mayor parte de la sierra y la costa del Perú, tuvieron su capital en la sierra de Ayacucho. Hablando económicamente, los wari incrementaron la producción agrícola construyendo terrazas de cultivo en las laderas de los cerros.
Las construcciones wari, raramente fueron ornamentadas con piedras labradas, siendo más bien concentradas en grandes complejos hechos con paredes altas donde habían múltiples galerías interiores, templos, patios, corredores y cuartos. Los wari ocuparon la parte superior del valle de Moquegua aproximadamente hacia el 650 y 1000 d.C. con una población de más de 1,000 personas, construyeron una serie de sitios en la cima de los cerros, canales de irrigación y terrazas de agricultura. El sitio principal fue Cerro Baúl, un centro estatal establecido en la cima de la meseta geológica que se eleva 600 metros sobre el río Torata. La diferencia de clase y rango estaban demarcados por la ubicación y elaboración distintivas de recintos y por el acceso diferenciado a los alimentos y bienes permanentes. Por ejemplo, los prendedores o tupos fueron distintivos de las mujeres de élite y la cerámica fina como los keros se decoraban según el rango existente solo en la cima de Cerro Baúl. Si bien es cierto, en la cima de Cerro Baúl fue erigida una impresionante arquitectura monumental que cubre unas 3 hectáreas, pero también es así de igual de magnífica, la construcción trapezoidal donde hay compartimientos separados que servían para molienda, hervido y fermentado de la chicha de molle.