La llamada "Máquina de Dios".
El año pasado 2010, entre la frontera de Suiza y Francia, volvió a funcionar después de un prolongado paro, el más grande experimento científico de nuestros días, se trata de un acelerador de protones de máxima potencia, el Gran Acelerador de Hadrones (LHD). Este consiste en unos cordones enormes de un material muy resistente al calor y a golpes que transportan micropartículas llamadas hadrones (un tipo de protones) a velocidades cercanas a la luz , bajo una serie de particularidades muy exigentes como: electricidad, calor, magnetismo, enfriamiento, protección, seguridad y sobre todo, teniendo la más alta tecnología del momento, estos conductos que corren bajo un túnel de concreto armado de 28 kms. de largo, 100 metros de profundidad y 30 metros de ancho, transportan millones de protones con el objeto de chocarlos entre sí para recrear un pequeño supuesto inicio del universo llamado "big bang" ocurrido aproximadamente hace unos 13,500 millones de años.
Estos experimentos se realizan desde hace algunos años, y ya desde fines de marzo del año pasado volvieron a repetirse pues tuvo algunos inconvenientes ya superados. La recreación del mini big bang conmovió al mundo científico, algunos estuvieron en contra, pero los resultados de esta colisión serán conocidos dentro de algún tiempo según se vayan dando a publicidad los descubrimientos. Las pruebas se hacen progresivamente para no sobrecalentar el acelerador, que ya ha dado al mundo mucha información.
¿Pero, para qué recrear este pequeño big bang?. Pues tiene el objeto de estudiar la materia y sus funciones, su naturaleza, su creación, la llamada "materia oscura" , y sobre todo encontrar el "bosón de Higgs" o "partícula de Dios", que no es otra cosa que una pequeñísima partícula (en realidad un "quark", es decir una cantidad de materia o energía apenas verificable) llamada así en clara analogía a la creación del universo que tienen todas las religiones y mitos para explicar el origen del universo. Ya el físico Peter Higgs, Francois Angler y otros presumieron o supusieron la existencia de esta partícula pequeñísima que sería la encargada de dar masa a las demás partículas. Esta presunción se hizo de acuerdo a un Modelo Estándar de Partículas (una teoría ligada a la mecánica cuántica que tiene que ver con la interactividad de la partículas).
En la física de partículas, los estudios se hacen utilizando precisamente estos aceleradores de protones y electrones que chocan entre sí para poder descomponerlos y estudiarlos, utilizan para ello unas cámaras fotográficas ultra rápidas que permiten verificar la trayectoria y huellas de estas pequeñísimas partículas que dejan rastros debido al choque producido, luego y después de numerosos cálculos los investigadores pueden llegar a conocer y definir sus propiedades con ayuda de computadoras y programas sumamente sofisticados. En su mayor nivel el acelerador requerirá de más de 600 millones de choques por segundo de protones lo que producirá un calor inimaginable pero por fracciones de segundo. Los datos que darán estos choques son inmensos y serán compartidos por más de cien centros de investigación interconectados en el mundo. La física como ciencia se ha puesto de pie.
El LHD es pues un superconductor de materia cuántica, de propiedad del CERN (Centro Europeo de Investigación Nuclear), organismo que agrupa a 33 países interconectados con computadoras y miles de investigadores en todo el mundo, ellos harán sus propias investigaciones y colaborarán entre sí para mejores resultados.
La importancia de este descubrimiento es tal que si a través de este descubrimiento se logra estudiar la materia con mayor profundidad, podríamos tener infinidad de posibilidades en muchísimos campos como la medicina, la electrónica, el magnetismo, el plasma, la física cuántica, la nanotecnología, la aeronáutica, los viajes aeroespaciales, búsquedas marinas, etc. Hasta existe la posibilidad de conocer por brevísimos momentos dimensiones espacio-temporales desconocidas. ¿Existen otras dimensiones?, ¿otros espacios?, ¿otros tiempos?, los físicos dicen que podría haberlos. Todo se reduce por ahora a cálculos y modelos matemáticos, pero no se ha demostrado nunca en forma tangible y cierta. Si el universo es plano es posible, si es curvo también, si tiene otras formas, todo es posible. Algunos físicos aseguran que a partir de ahora (es decir, del conocimiento de la materia y sus diversas formas, lo demás del conocimiento del universo sólo es cuestión de tiempo) .
En julio del 2011, el director general del CERN, Rolf Heuer, dio a conocer a la colectividad científica que el LHC estaba "funcionando extremadamente bien", pero que habría que esperar hasta fines del 2012 para saber si existe o no "el bosón de Higgs o partícula divina" que explicaría una de las claves del universo, agregó además, "estamos viviendo momentos muy excitantes para la física de partículas y no disponer aún de los datos que nos permita despejar esta incógnita no es en aboluto una decepción, más bien, una decepción sería que la máquina no funcione".